4-Dormimos juntos y felices al sol
el invierno arremete feroz
a lo que,
afortunadamente: tengo pulloveres
que me abrazan
de la cabeza a los pies
dos tengo
uno encima del otro
se peleaban por ver
quién iba abajo
quién arriba
después de discusiones tormentosas
llegaron a un acuerdo
que momentaneamente
les pareció válido
-aunque mas no fuera,
por hoy-
porque ya no soportaban
la música de mis dientes
tiritando de frío
vieron que era tan importante
el que iría pegado a mi cuerpo
-aunque nadie lo viera
estando debajo del otro-
porque estaría mas cerca mío,
como el que se luciera en su esplendor
finalmente
en las afueras
y que juntitos
acobijarían mas que solitos...
Doña Jueza Moneda
decidió...
así que
aquí
estamos los tres
durmiendo a la clave de sol una siesta
con la canción de cuna
que se forma con las notas del viento
que roza los tejidos
combinado con mis placenteros suspiros
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